En nuestra gestoría laboral en Salamanca somos expertos en la gestión de despidos y la elaboración de finiquitos. Este documento es realmente trascendental, tal y como veremos en este artículo, en el que, además, veremos de qué partes consta.

Un finiquito se puede definir como aquel documento a través del cual se formaliza el final de la relación laboral existente entre un empresario y un trabajador. Tras la firma de este documento, el empresario no está obligado a abonar ningún tipo de cantidad económica al empleado. En este mismo sentido, el trabajador estaría exento con respecto a sus obligaciones laborales con el susodicho empresario.

Tal y como te podremos informar en nuestra gestoría laboral en Salamanca, en este documento debe quedar indicada la propuesta de liquidación de las cantidades económicas por parte del empresario al trabajador. El finiquito constaría de las siguientes partes principales: identificación, devengos, deducciones, liquidación y firma.

En la identificación deben estar reflejados los datos que permitan reconocer a ambas partes. Es decir, deben quedar claros los datos de la empresa y los del trabajador.

Los devengos indicarían aquellos conceptos por los que el trabajador debería recibir una cantidad económica. Algunos ejemplos de los devengos serían: partes proporcionales de pagas extra, la indemnización, días de vacaciones que no fuesen disfrutados, etc.

En la parte de las deducciones, en cambio, deberían constar los conceptos por los que se retiene dinero al trabajador, por ejemplo: anticipos, cantidades correspondientes a la retención fiscal, etc.

Al confrontar los devengos y las deducciones, se obtendría el montante de la liquidación. El acuerdo se sellaría con la firma de ambas partes.

En la Gestoría Moro contamos con una amplia experiencia en nuestro sector.